Desde Londres, para EFE (recogido por La Vanguardia), la historia de los 22 años del francés Arsene Wenger en el banquillo del Arsenal.
Veintidós años después de su silenciosa llegada a Inglaterra, y tras muchos meses de innumerables rumores, descréditos y dudas, el francés Arsene Wenger, el hombre que transformó de arriba abajo el Arsenal -y, de paso, el fútbol inglés- dará en junio un paso al lado y dejará el banquillo gunner.
La salida de Wenger era un tema recurrente en los últimos años debido al bajo nivel competitivo mostrado por el Arsenal, tanto en la Premier League como en las competiciones europeas. Sin embargo, pese a las dudas y los resultados adversos de la última década, nadie puede olvidar el trabajo hecho por Wenger en el norte de Londres, primero en el viejo estadio de Highbury y después en el moderno Emirates Stadium.
Wenger llegó a un club anquilosado en el pasado y lo transformó en una sociedad moderna
El veterano estratega galo, de 68 años, llegó a un club anquilosado en el pasado y lo transformó en una sociedad moderna, competitiva y capaz de pelear por títulos. Y todo a base de buen fútbol. Transformó un equipo conocido a su llegada como el “Boring, boring Arsenal” (“Aburrido, aburrido Arsenal”) en “Los invencibles”, un club capaz de cerrar una temporada completa sin perder un solo partido.
La arriesgada apuesta que hicieron los directivos del Arsenal allá por 1996, la de fichar a Wenger, un entrenador desconocido que dirigía en la poco competitiva liga japonesa, cumplió este curso 2017/2018 veintidós años. El abrupto final de George Graham y el posterior fracaso de Bruce Rioch -duró una temporada- empujaron a la cúpula de los gunners a un cambio radical de planes, a dejar de lado a los entrenadores típicamente británicos y decantarse por uno más ‘moderno’.
La apuesta fue un francés, nada menos: Arsene Wenger, un estudioso del fútbol que había dirigido al Nancy y al Mónaco en su país natal y que, durante un año y medio, se había ido a probar suerte a la J-League japonesa con el Nagoya Grampus Eight. La bienvenida que le brindó la capital británica a su llegada del país nipón hace dos décadas no fue, para nada, la mejor: “Arsene who?” (“¿Arsene quién?”), tituló el diario vespertino londinense Evening Standard en su sección deportiva el día que fue anunciado.
Wenger llegó a Highbury con la obligación de gobernar una plantilla que por aquel entonces era típicamente británica; un ‘squad’ que celebraba las victorias bebiendo pintas de cerveza y sofocaba las penas de las derrotas de idéntica manera. El francés, con su pelo enmarañado, sus corbatas exageradamente grandes y su estética más de profesor de instituto que de entrenador, prohibió los chocolates, la cerveza y los ‘fish and chips’ (el tradicional bacalao frito con patatas), entre otros alimentos calóricos y poco saludables, e instauró una dieta más propia de futbolistas de élite, equilibrada en carne y pescado y con verduras abundantes.
A su llegada al barrio de Islington, además de con el total desconocimiento de la prensa, Wenger se topó con el recelo de dos de los pesos pesados de la plantilla, el capitán Tony Adams y Paul Merson, dos alcohólicos reconocidos que no entendían ni compartían estos nuevos y revolucionarios métodos. “La razón principal por la que he venido es porque amo el fútbol inglés; los orígenes de este juego están en este país. Me gusta mucho el espíritu y el ambiente que se respira aquí y el ánimo y el potencial que tiene el Arsenal”, aseguró Arsene en su primera conferencia de prensa como inquilino del banquillo gunner.
“Arsene, who?”, título un diario a la llegada de un desconocido francés al banquillo del Arsenal en 1996
Pese a las dudas de los medios, de los aficionados y de los propios jugadores, el preparador alsaciano se erigió como una pieza clave para que el Arsenal dejara de estar anclado en el pasado y se convirtiera en un club moderno. Wenger marcó un antes y un después en la historia de la institución.
Ganador de tres títulos de la Premier League (1997/1998, 2001/2002 y 2003/2004), siete FA Cups (1998, 2002, 2003, 2005, 2014, 2015 y 2017) y de otras siete Community Shield, el galo, que ya apura sus últimos meses en el Emirates Stadium, ha visto cómo únicamente Sir Alex Ferguson, con su poderoso Manchester United, ha ganó más trofeos que él en las últimas dos décadas.
Aunque el Arsenal no celebra un título de liga desde hace 14 años, Arsene ha conseguido mantener al club entre la élite del balompié inglés y, salvo los dos últimos cursos en los que ha tenido que contentarse con la Europa League, obteniendo billete para la Champions League. Este año, no obstante, ha llegado a semifinales de la Europa League, en las que se verá las caras con el Atlético de Madrid.
Wenger es el autor del fichaje más importante en la historia del Arsenal, el de Thierry Henry
Wenger es, además, el autor del fichaje más importante en la historia del club -el francés Thierry Henry- y el encargado de liderar desde más allá de la línea de cal al equipo en la temporada más importante y exitosa de su historia: la de “Los invencibles”, en 2003/2004. La renovación completa del equipo y de la institución se culminó en verano de 2006, cuando los gunners se mudaron del vetusto estadio de Highbury al moderno Emirates Stadium, con capacidad para algo más de 60.000 espectadores.
Ahora, un año después de firmar una ampliación por dos cursos más, Wenger, quien recientemente reconoció haber “rechazado a los clubes más importantes del mundo por seguir en el Arsenal”, decide dar un paso al lado después de 22 años. “Estoy encantado de haber tenido el privilegio de servir a este club durante tantos años memorables. Dirigí el club con todo mi compromiso e integridad. Para todos los que aman al Arsenal: por favor, cuidad los valores del club”, aseguró el francés en su carta de despedida.
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